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Voluntarios destacados: “Quiero aportar luz. Quiero ser un recurso”.

“¿Está bien?”

“¿Necesita ir a algún lugar?”

“¿Necesita ayuda?”

“No hay de qué preocuparse, está en el lugar correcto”.

Harveer K. de 25 años empezó a trabajar como voluntaria en Salem Health justo después de graduarse en la escuela secundaria en 2017. Al principio, quería ser médica y pensó que el voluntariado sería una buena forma de probar el entorno y adquirir experiencia. Pero mientras estudiaba en la universidad Oregon State University, sus planes cambiaron.

“Decidí que la ‘medicina’ no era lo que quería hacer y empecé a estudiar psicología”, comentó Harveer. “Pero me gustaba el ambiente de Salem Health, me gustaba la gente y me gustaba ayudar, así que me quedé”.

Se quedó seis años, al menos cuatro horas a la semana.

Este otoño, con su licenciatura en psicología por la OSU, Harveer se traslada a Colorado para asistir a la University of Denver, donde obtendrá un máster en psicología especializada en catástrofes internacionales: Trauma y salud mental global.

Pero hablaremos de eso más adelante. 

Durante su estancia en el campus de Salem, Harveer trabajó en telemetría médica y en la farmacia de alimentos, donde enviaba a los pacientes a casa con bolsas de la compra llenas de comida para dos o tres días. También se encargaba de guardar guantes, archivar y comprobar si los pacientes necesitaban comida, agua, café o una charla.

“A veces simplemente hablábamos con ellos”, comentó Harveer. “Solo necesitaban que alguien los escuchara”.

Recientemente, Harveer trabajó en el servicio de urgencias, donde ayudó a los pacientes a registrarse y a los visitantes a ponerse en contacto con sus familias.

“Solo veo si hay algo que necesiten”, dijo Harveer. “Me aseguro de que tengan un buen día en el hospital.”.

Hay un momento en urgencias que destaca. Un padre llegó con un bebé que se había caído. La madre estaba de camino, y el padre estaba solo y desesperado.

“Me acerqué a él y le dije: ‘No pasa nada. El bebé no está llorando. Está bien, ¿no? Vamos a registrarlo’”, le dijo Harveer. Ayudó al padre a calmarse, lo acompañó durante el proceso de registro, le explicó lo que sucedería a continuación y lo ayudó a llegar hasta la enfermera de urgencias.

Mientras el padre se estabilizaba, le agradeció mucho a Harveer por su ayuda.

“Me dijo: ‘¿Sabes qué? No sabía qué hacer. Y me ayudaste mucho a calmarme’”, contó Harveer. Ella había visto a padres desesperados en urgencias y sabía lo que él necesitaba.

“Es bueno saber que tenemos a alguien aquí, aparte del personal de enfermería y del hospital, que puede ocuparse de la familia y asegurarse de que sus hijos están bien atendidos’, dijo.

El tiempo que pasó Harveer en urgencias hablando con los pacientes (nada menos que en hindi, punjabi e inglés) y escuchando sus historias despertó en ella el deseo de cursar su maestría.

“No sabía qué hacer con mi licenciatura en psicología, no sabía qué dirección quería tomar”, dijo. Pero escuchar las historias de los pacientes y ver el trauma de un servicio de urgencias muy atareado lo dejó claro.

“Y entonces fue cuando me dije: ‘De acuerdo. Tengo algo a lo que quiero dedicarme’”, dijo Harveer. Salud mental. Su propio origen y herencia también avivaron el fuego.

Harveer es sij y, en su cultura punyabí, la salud mental no es un tema del que a muchos les guste hablar.

“La gente como mi familia no se preocupa por la salud mental”, dijo Harveer. “Es un tema tabú. Y yo quiero aportar luz al respecto. Quiero ser un recurso para ellos”.

Dice que muchas personas en la India, sobre todo en el estado de Punyab, sufren problemas de salud mental y no tienen a quién recurrir.

“Punyab no tiene los recursos necesarios debido al estigma”, afirmó Harveer. “Si tienes problemas de salud mental, te tildan de loco, así que mucha gente no habla de ello. Así que los hombres terminan recurriendo al abuso de sustancias o al alcohol. . . Y las mujeres terminan simplemente hablando entre ellas. No tienen forma de expresarse en un entorno seguro y abierto”.

Harveer tiene la misión de cambiar esta situación.

“Mi objetivo después de formarme en traumas y salud mental global es volver a la India y abrir una institución para formar a otros, de modo que tengamos un entorno en el que podamos hablar de estas cuestiones y la gente pueda obtener la ayuda que necesita”, afirmó. “No veo la hora de mudarme y empezar mi máster”.

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